Al medir más de dos metros, Deandre Upshaw lo tenía difícil para esconderse en una habitación, aunque estuviera oscura. Y es que la tarea, pesando 181 kilos, era casi imposible.

Por suerte, a Deandre, de 30 años, siempre le había gustado ser el foco de atención, pero no le gustaba su peso. Así que una mañana, se levantó y decidió que había llegado el momento de ponerse en forma.

Siempre he sido algo así como un gigante, dijo Upshaw a MensHealth.com. Creo que en segundo de la ESO medía casi 1,60.

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De niño, Upshaw utilizó su altura en beneficio propio, jugando al fútbol americano y estando siempre en el primer plano de todas las obras teatrales del colegio. Pero cuando llegó a la universidad, su tamaño empezó a destacar de forma diferente.

Llegas a la universidad y ahí ganas peso, pierdes peso, vuelves a ganar peso... Recuerda. A los poco años desde su graduación, Upshaw conoció a la que ahora es su prometido, Stuart, y cogió todavía más kilos mientras la pareja salía a cenar y a beber vino en su camino hacia el amor. (Es verdad, todos sabemos lo que un nuevo amor puede hacer con nuestro peso).

Upshaw estaba contento con su aspecto pero sabía que esos kilos de más conllevaban ciertos riesgos para la salud. En 2010, empezó su primer intento de perder peso pero lo abordó de una manera que él mismo describe como un enorme error.

Limitó lo que comía y empezó a hacer el entrenamiento P90x, "eché toda la carne en el asador, me puse a ello totalmente en serio y creo que perdí casi 30 kilos. Cuando terminó de hacer el programa, pensó, "Vale, hecho. Por fin he alcanzado mi objetivo".

¿Y dónde está el problema? Pensó que una vez que perdiera los 30 kilos, ya había acabado todo. Dejó de entrenar tanto y se relajó con la dieta. Como cualquier persona que haya experimentado el efecto yo-yo ya estará adivinando, recuperó el peso que había perdido y ganó más.

Pasaron unos cuantos años hasta que Upshaw volviera a comprometerse con bajar de peso.

"Pasaron un par de años y mi peso bajó, luego volvió a subir y finalmente se estabilizó en un rango", comenta. Y, una mañana, "literalmente me levanté y me dije a lo mejor empiezo hoy a probar algo.

En vez de caer en métodos efectista o probar con rutinas de ejercicios super específicas y trucos para adelgazar, Upshaw investigó un poco y habló con su médico para averiguar cuál podía ser la mejor solución para él. Acabó eligiendo un sencillo plan de pérdida de peso: Las calorías que entran son las calorías que salen.

Lo más guay del enfoque las calorías que entran son las calorías que salen es que estaba basado en las matemáticas, comenta. Upshaw pasó los primeros días intentando comprender cuál debería ser su asignación de calorías personal que resultó ser de unas 3000 calorías diarias debido a su altura. Se descargó la App MyFitnessPal y empezó a controlar sus calorías. Pasó de los macronutrientes y de los entrenamientos, se centró solo en las calorías.

Perdió tres kilos la primera semana.

La siguiente se animó con Fitbit y empezó a caminar poniéndose como objetivo caminar al menos 10 000 pasos al día.

Me lo planteaba como un juego en el que tenía que tomar el camino más largo para llegar a cualquier sitio. Aparcaba en la plaza más lejana del aparcamiento o encima del parking, nos cuenta. Me dije a mi mismo que no iba a volver a utilizar un ascensor ni unas escaleras mecánicas.

Solo haciendo estas dos cosas, consiguió perder 36 kilos en cinco meses. En cuanto empezó a pensar sobre la comida como combustible para el cuerpo y añadió un poco de ejercicio diario, además de los 10 000 pasos diarios, consiguió bajar aún más de peso. De hecho, en exactamente un año, Upshaw había bajado 68 kilos.

Comprueba por ti mismo la transformación.

Si tuviera que echar la vista atrás, recordar ese año y establecer qué fue lo que me funcionó a mi, creo que diría que un 70 por ciento fue el control de calorías y un 30 por ciento el ejercicio.

Parte de su éxito se debe a que dividió su reto para perder peso en pequeño objetivos a los que podía aspirar.

Me di cuenta de que si hacía una revisión trimestral con mi jefe, en mi empresa, también podría hacer lo mismo con mis objetivos personales, comentó sobre su experiencia. Cada cierto tiempo se paraba a comprobar que su plan estaba funcionando y hacía los ajustes necesarios.

En un momento dado, Upshaw se puso a recuperar su masa muscular. Cambió sus paseos diarios por salir a correr, se apuntó al gimnasio y empezó a levantar pesas y a participar en clases grupales.

Descubrí que no hay nada que pueda gustarme más en el mundo que bailar hip hop y música pop. Y a eso me dediqué en 2017, dice Upshaw.

¿Y qué espera haber enseñado a otros chicos con su transformación?

A la hora de perder peso, no existe ningún truco, píldora ni remedio mágicos, comenta Upshaw. Implica trabajo y no se consigue de la noche a la mañana.

"No he perdido 68 kilos de una vez", nos dice. "He perdido un kilo 68 veces".

Vía: Men's Health. Traducción: blarlo.com